9/1/11

Una defensora astuta aunque algo trasnochadora


El nuevo año nos trae un balance escueto, pero balance al fin y al cabo, de la tarea ímproba de nuestra defensora, la defensora de usted y de mí, de los desamparados, de los que no tenemos pañuelo para esconder nuestras lágrimas.

La defensora del ciudadano hace memoria de su actuación en este 2010 que se nos ha escapado. Y lo primero que me ha llamado la atención es lo trasnochadora que es esta defensora. Yo no veo normal que una defensora envíe el informe de su gestión un sábado a las doce y media de la noche. Pero en fin, así es ella. Quizá venía de dar vuelta al botellón, o de supervisar si había manchas junto a los contenedores de basura. O quizá sea su secretaria, esa joven ya madurita que trabaja en el departamento de comunicación, información, imagen y protocolo. En cualquier caso, el alcalde debería felicitar a esa persona por su abnegación. Mandar informes a altas horas de la madrugada debería recibir algún tipo de complemento.

Sería interesante, pienso yo, tener acceso a las 120 quejas atendidas por doña marisa. No descarto una novela si el concejal anarcocomunista me hiciera llegar esas protestas ciudadanas. Aunque quizá, pensándolo bien, no tendré que recurrir a fermínté. Bastará con que pida copia a la defensora del ciudadano, y puesto que yo también soy un ciudadano, no dudo que me serán facilitadas esas lamentaciones anónimas. No me saldrá la regenta, porque esto no es vetusta, pero en fin, algo, algo podríamos hacer. Igual le pido a tomás que me eche una mano. O a mi amigo jesús, ese que escribe novelas condenadas al anonimato porque quiere escribir justo al contrario que ken follett. Y ya se sabe, entre follett y jesús, el público, incluido vigorra, elige follett. Es así la vida, jesusito.

Lo de que las quejas sean anónimas tiene su importancia y marisa lo ha captado acertadamente: “La gente acude también a mí porque saben que se realiza todo de forma anónima, con el fin de salvaguardar la identidad de los vecinos afectados”. Podremos acusar a marisa de muchas cosas, pero no de torpe. Ella sabe, los vecinos saben, todos lo sabemos, que es preciso salvaguardar la identidad de los quejicas. Es importante el anonimato, marisa es consciente, aunque no tendría por qué ser así. Pero la vida es como es. Y ahora te lo pregunto a ti, ¿verdad, marisa?

Ella lo quiere mucho y marisa lo deja claro en su informe cuando resalta “un especial agradecimiento al Alcalde de Almuñécar, Juan Carlos Benavides, por la confianza depositada en mi persona, en el desempeño y la dedicación que entiendo se merece la ciudad y sus ciudadanos”. La frase no es exquisita en su composición, pero se entiende. Una mujer agradecida como marisa no podía olvidar unas líneas de gratitud hacia el benefactor que le ha buscado ese chollo tan acojonante, perdón, ese empleo tan digno y merecido.

Pero una cosa es quererlo y otra cosa es olvidar su peculiar forma de ser. Las madres quieren a sus hijos y hasta los esconden cuando viene a buscarlos la policía, pero nadie mejor que ellas para conocer el paño del que están hechos sus vástagos. Bien hecho por el anonimato, marisa, para qué le vamos a dar más vueltas.

Del informe, pues, deducimos que marisa es agradecida, que marisa es perspicaz, que marisa se toma la vida con calma… ciento veinte en un año. Pero sabemos también que marisa las mete dobladas. Con finura, con elegancia, con habilidad, pero ella, que no tiene a quien quejarse, nos ha presentado la queja ciento veintiuno: la han subido a la tercera planta. Así nos lo cuenta: “En general se mantiene una ligera disminución de las quejas planteadas en la oficina del consistorio, debido al cambio de ubicación a la tercera planta, lo que ha incidido negativamente en la proximidad y personalización del servicio al ciudadano”.

¿Y ahora qué, alcalde? ¿No te da vergüenza? Una señora mayor, con su despachito tan coqueto, y me la mandas a la tercera. ¿Y el día que se escacharre el ascensor qué hacemos? Imagínate que ese día le da por ir al ayuntamiento a ella, a la defensora. No tienes sentimientos. Y por eso creo yo que vas a perder las elecciones. Por muchas ayudas que recibas de mariadolores, de don ángel, o de este admirador tuyo que no deja de reconocer tu valía, lo cierto es que a veces pierdes las formas y eso nos puede perder a todos. Cuida ese pronto, yanguas, cuídalo o vas a ser nuestra perdición.
Salud

No hay comentarios:

Publicar un comentario